Por Blanca Padilla
Analicen bien su voto y no se dejen llevar por la corriente ni por
lealtades absurdas. No podemos seguir ciegamente a quien nos ha
traicionado.
Según los principios de PRD, este partido “considera
que el Estado debe tener la rectoría e intervención en las áreas
estratégicas fundamentales y prioritarias del sector productivo…
refrendando la propiedad y dominio para la Nación de los hidrocarburos y
espectro radioeléctrico y la recuperación de bienes fundamentales que
garanticen nuestra soberanía…” y “…
finca su compromiso económico con las grandes mayorías, con la justa
distribución social de la riqueza”, pero los senadores perredistas no
pudieron sostener acuerdos con el PAN que habrían frenado las reformas
Hacendaria y Energética que tanto nos están afectando.
No obstante, hay gente que votaría en este momento por los candidatos
del PRD, aun cuando no sean personas honorables o capaces.
En Iztapalapa, por ejemplo, de acuerdo con la encuesta publicada por El Universal esta semana, aunque la gente conoce más a Clara Brugada, candidata de Morena para dirigir esta delegación (71.4 por ciento frente a 61.3 por ciento que conocen a Dione Anguiano, candidata del PRD) un 44.7 por ciento votaría por Anguiano únicamente por mantenerse fieles al PRD, no porque los convenza la candidata.
En cambio, por Clara Brugada, según la citada encuesta, en este momento votaría un 28.9 por ciento de los electores, aun cuando está mejor evaluada pues entre la ciudadanía se le reconoce como la más cercana a la gente, capaz, preparada para gobernar, honesta y la que genera mayor confianza.
Claro, en esta disparidad, es seguro que influya también la compra de votos, práctica priista que el PRD está desarrollando ampliamente en Iztapalapa ofreciendo 200, 500 y hasta mil pesos por voto.
Los escándalos en los que se ha visto envuelto el PRD y el pésimo trabajo de Jesús Valencia, ex delegado acusado de enriquecimiento ilícito, parece obligar a los perredistas a este tipo de prácticas corruptas. En las manos de los electores está decidir quién los representa mejor.
En Iztapalapa, por ejemplo, de acuerdo con la encuesta publicada por El Universal esta semana, aunque la gente conoce más a Clara Brugada, candidata de Morena para dirigir esta delegación (71.4 por ciento frente a 61.3 por ciento que conocen a Dione Anguiano, candidata del PRD) un 44.7 por ciento votaría por Anguiano únicamente por mantenerse fieles al PRD, no porque los convenza la candidata.
En cambio, por Clara Brugada, según la citada encuesta, en este momento votaría un 28.9 por ciento de los electores, aun cuando está mejor evaluada pues entre la ciudadanía se le reconoce como la más cercana a la gente, capaz, preparada para gobernar, honesta y la que genera mayor confianza.
Claro, en esta disparidad, es seguro que influya también la compra de votos, práctica priista que el PRD está desarrollando ampliamente en Iztapalapa ofreciendo 200, 500 y hasta mil pesos por voto.
Los escándalos en los que se ha visto envuelto el PRD y el pésimo trabajo de Jesús Valencia, ex delegado acusado de enriquecimiento ilícito, parece obligar a los perredistas a este tipo de prácticas corruptas. En las manos de los electores está decidir quién los representa mejor.
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